A veces quieres algo pero no sabes cómo ni cuándo, hasta que después se presenta casi por casualidad (¿o uno mismo lo atrajo?). Eso fue lo que sentí el día de la llamada.
Un amigo de toda la vida con el que crecí aunque no siempre por los mismos senderos me pedía por favor que lo acompañara hasta Malí a filmar un documental. Yo recién había llegado a Barcelona y me daba un poco de «miedo» irme tan rápido. Pensaba vivir un tiempo ahí y quería acomodarme un poco. Pero ganas no faltaban.
Me lo habré pensado durante cuatro horas. De repente estaba en una especie de asado/barbacoa y había alguna gente «viajera» joven. Cuando mencionaba el tema de mi posible viaje me daba cuenta que nadie sabía dónde era Malí. Sus mundos y paradigmas eran otras tierras. Había tanto espacio al cual no se le prestaba atención y me di cuenta también que desde chico siempre tuve a África presente. Desde el reggae inculcado por mi hermano, el candombe uruguayo al cual me acerqué a los 14 años, los paisajes.
¿Por qué me demoro en decidirme, si éste es el viaje de mi vida? Además voy con un hermano del alma, con el cuál no necesito palabras para entenderme, a veces.
Ese hermano, amigo, apodado «el Dile» ya estaba en el sur de España cruzando para Marruecos. «En una semana nos encontramos en el Aeropuerto de Marrackech«, le digo después de comprar el pasaje. «Ok, te paso a buscar por ahí«.
En las siguientes crónicas cuento nuestro viaje desde Marrackech hasta los Acantilados de Bandiagara (Mali) donde filmamos el documental «El canto de los Dioses«.
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Lindo empiezo para un visuel tan important y una destination de sur nos… Algo mágico, sí ?
Mágico, esa es la palabra!
Hola Pablo,
Una consulta, podré ir a l a sala zitarroza este 5 de noviembre con mi hijo de 10 ? Será apto pa el? Gracias Marcela
Hola Marcela,
Si, tu hijo puede ir, la película está catalogada para mayores de nueve años.
Que la disfruten, gracias!